Everyldo Gonzalez

Por: Everildo Gonzalez Alvarez

Apenas terminada la aprehensión de los independentistas, , llegaron a Acatita de Baján dos gruesas secciones de tropas enviadas por el gobernador Herrera al mando del capitán retirado don Pedro Nolasco Carrasco y del teniente coronel don Manuel Salcedo El gobernador después emitió un parte con los nombres y cargos de todos los prisioneros haciendo la distinción de : religiosos, clérigos y seculares y, este mismo personaje consideró que los hombres con que contaba no eran suficientes para resguardar a los insurgentes presos por lo que pidió le fueran enviados quinientos refuerzos .


Unos días después, fueron aprehendidos doscientos hombres que venían de Monterrey a reunirse con Allende y que además llevaban consigo treinta y dos mil pesos para entregar a los independentistas .


Dura fue la suerte de los prisioneros y cruel el rigor con que fueron tratados desde el momento en que los realistas se hicieron cargo de ellos pues se les colgó de cadenas y ataduras y se les hizo blanco de insultos y así hicieron su entrada en Monclava al estruendo de una salva de artillería con que se celebraba su derrota, en esta ciudad la gente fue instruida de gritar insultos a los insurgentes lo que así sucedió.


En Monclova la gente fue instruida para que gritara todo lo que quisiera contra ellos porque además, para enardecer a la gente se les había dicho que los insurgentes al mando de Hidalgo y Allende querían entregar el país a Francia, en concreto a Napoleón Los principales jefes fueron remitidos a Chihuahua que era la residencia del comandante general de Provincias Internas y a ese lugar llegaron el 23 de Abril de 1811, en total eran sesenta y tres insurgentes distribuidos de la siguiente manera: ocho clérigos incluyendo a Hidalgo, cuatro frailes y cincuenta y un seculares.. Ya desde el 21 de ese mes, o sea dos días antes de que llegaran a esa provincia , el brigadier don Nemesio Salcedo que era el comandante general, publicó un bando en el que prevenía a los habitantes la forma en que debían recibir a los prisioneros. Es un bando que la verdad debería haberle dado verguenza publicar. A continuación lo transcribo. “ Primero: Se permite a todos los vecinos que el día en que entren los reos, salgan a verlos en la calle o en el campo en el concepto de que no abusarán de un permiso que se dirige a satisfacer las ansias de su patriotismo Segundo: Se prohibe formar pelotones ; sino que deberán colocarse en una, dos o tres filas a ambos lados de la carrteera que ha de estar enteramente desembarazada , y el que advertido no se arreglare a esta orden, será arrestado y castigado.. Tercero: nadie se subirá a las azoteas con objeto de ver mejor, ni con otro alguno, pues será castigado en la misma forma . Cuarto. Nadie será osado a levantar el grito para improperar a los reos , ni menos dar muestras de una imprudente compasión. Quinto: Ninguno de cualquier estado, o condición que sea, concurrirá a dicho acto, con ningún género de armas a excepción de la tropa, de todos los que gozan carácter público , o se hallaren ocupados en algún servicio al rey. Me paso al décimo punto: Ninguna persona podrá admitir forasteros en su casa, sin que haya primero presentádose al subdelegado o Alcaldes ordinarios quienes les exigirán comprobantes de los motivos de su venida , advirtiéndoles el tiempo que pueden permanecer ; y fenecido deberán volverse a presentar antes de retirarse.” El once no tiene caso transcribir.


Durante el trayecto , y aun en su prisión, nunca se dejó libres a los insurgentes , pues en todo este tiempo permanecieron aherrojados con cadenas y grillos atados a manos y pies hasta el momento de su muerte.


Parecía que había prisa y siguiendo las instrucciones del virrey, se procedió con la mayor brevedad a la formación de los procesos comisionándose para la instrucción de los de Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama y Jiménez, al español oriundo de Asturias, antiguo alférez de las guardias españolas, don Ángel Abella , que había sido administrador de correos en Zacatecas y a quien se le nombró comisionado especial de estas causas.-


El 6 de mayo de 1811, don Ángel Abella , dio comienzo a la causa, primero de Ignacio Allende, pero al tratar de modo grosero al insurgente durante la audiencia y queriéndolo insultar , este enojado hizo tremendo esfuerzo y rompió los grillos de hierro que le ataban las manos y con el pedazo de cadena que colgaba de sus manos arremetió contra el comisionado especial Abella , dándole un tremendo golpe en la cabeza que casi lo mata . Para la formación de cargos, se nombró a don Ángel Albino Borto ., español también , quien desvirtuó las preguntas y las respuestas de los acusados , demostrando con esto que los condenados habían flaqueado a la hora de su proceso , pues las verdaderas respuestas nunca se asentaron como ellos las habían dicho.


Más tardado , en mucho por la intervención de la jurisdicción eclesiástica, fue el proceso que se formó al cura Miguel Hidalgo y Costilla , las declaraciones le fueron tomadas por el comisionado Abella en los días siete, ocho y nueve de Mayo de ese 1811, y se dice que muy noble y digna fue la actitud del gran idealista Hidalgo y sus respuestas provocaron que en el apurado trance en que se hallaba no se había menguado su ingénita entereza . A nadie culpó de sus actos, . Declaró haber creído siempre que la independencia sería útil y benéfica para su país, y que si nunca pensó en entrar en proyecto alguno para realizarla , decidióse a ello cuando Ignacio Allende le aseguró que ya contaba con sobrados elementos , tanto en Querétaro como en las comarcas cercanas . Dijo que el descubrimiento, en esa ciudad, de la conspiración no le dio tiempo a adoptar las providencias conducentes , y que después no las consideró ya necesarias al ver que los pueblos se alzaban a su voz , o a la de los comisionados que él enviaba y que por todas partes hacían prosélitos a millares


CONTIUNUARÁ

 

 

 

 

SUSCRÍBETE A NUESTRO CANAL EN YOUTUBE: Viviendo Mi Ciudad

 

 

 

 

 

 

 

Comentarios potenciados por CComment

Videos deportivos y otras categorías, recientes y de nuestra colección de años pasados