Everyldo Gonzalez

Por: Everildo Gonzalez Alvarez

Alarmado el virrey Venegas por las noticias de que Hidalgo se dirigía a Toluca, hizo que se tomaran ciertas precauciones, para esto, hizo salir para esa Ciudad al regimiento de infantería de Tres Villas, dos batallones mandados por don José Mendívil , algunos centenares de dragones de España y otros piquetes de menor importancia y poniendo toda la división fuerte de dos mil hombres perfectamente armados y equipados a las ordenes del teniente coronel don Torcuato Trujillo quien había llegado a México en la comitiva de Venegas . En esa división marchaba también don Agustín de Iturbide quien estaba en Valladolid pero que se fue a México cuando Hidalgo llegó a esa ciudad. Venegas no dejó sola la capital y ahí se quedó parte de su ejército. Trujillo llegó a Toluca y el 27 de Octubre de ese 1810 salió de esa ciudad para hacer un reconocimiento por las anchuras y cañada de Ixtlahuaca , solo que en esa noche se encontró unos fugitivos de sus tropas que habían sido dispersados por las tropas de Hidalgo y ante esto Trujillo ya no quiso regresar a Toluca y optó por evacuar la plaza retirándose a Lerma en donde tomó posiciones a orillas del río del mismo nombre.

 

Estando Trujillo en Toluca recibió una carta de Venegas en que le decía” Trescientos años de triunfos y conquistas de las armas españolas en estas regiones nos contemplan, la Europa tiene los ojos fijos sobre nosotros, el mundo entero va a juzgarnos, la España , esa cara patria por la que tanto suspiramos, tiene pendiente su destino de nuestro esfuerzo, y lo espera todo de nuestro celo y decisión . Vencer o morir es nuestra divisa, . Si a usted le toca pagar este tributo en un punto, tendrá la gloria de haberse anticipado a mi de pocas horas en consumar tan grato holocausto; yo no podré sobrevivir a la mengua de ser vencido por gente vil y fementida- falto de fe y palabra- “

 

El 29 de Octubre de ese 1810, sin disparar un solo tiro, el ejército insurgente comandado por el cura Hidalgo y en medio de aclamaciones de muchos habitantes, entró a la ciudad de Toluca . Hidalgo tomaba Toluca y esto causó pánico en el virrey Venegas y dio aviso a la población con grandes cartelones que mandó poner en muchas esquinas. Pero también dispuso que todas las tropas que se encontraban en la capital tomaran posiciones a fin de guarnecer la plaza,; Chapultepec fue fortificado y las entradas de todas las garitas y para esto, el propio Venegas tomó el mando de las tropas y así se le vio recorrer la ciudad dando ordenes, pero estas acciones no disimulaban el pánico que sentía al saber que a pocos kilómetros se encontraban los insurgentes y que habían tomado plazas tan importantes como Guanajuato, Valladolid y ahora Toluca. Ese pánico se veía en toda la población que temerosa consideraba que la capital se encontraba totalmente indefensa.

 

En tanto el virrey Venegas no encontraba remedio para curar su pánico, Trujillo se retiró a Lerma en donde consideró que era el punto adecuado para fortificarse, solo que el cura de ahí el padre Viana, le advirtió que las tropas insurgentes fácilmente podían llegar a ese punto por el puente de Atenco ; Trujillo mandó fortificar entonces dicho puente pero esta acción no se pudo llevar a cabo pues las tropas insurgentes ya habían llegado y tomado el lugar y, esto obligó al realista Trujillo a retirarse al monte de las Cruces pues Ignacio Allende se dirigía por el camino de Santiago para colocarse a la retaguardia de los realistas y ocupar el único camino que quedaba a la tropa de Trujillo y este dispuso que un destacamento a las ordenes de José Mendívil se situara en el puente Lerma y Trujillo con el resto se situó en el monte las Cruces .

 

Estando en las posiciones los elementos de Trujillo, el lunes 30 de Octubre a las ocho de la mañana, empezó el combate teniendo los insurgentes como objetivo el adueñarse de dicho monte . Las fuerzas realistas lanzaron dos cañonazos y mandaron a la carga la caballería , por lo anterior, los insurgentes comenzaron en columna cerrada, sostenida por la caballería . Trujillo tenía parte de su infantería emboscada al mando del teniente don Agustín de Iturbide , y la caballería al mando de Bringas . Llegó el momento en que los insurgentes tomaron medio monte y herido Bringas, los realistas se replegaron y al ver esto Hidalgo ordenó cargaran sobre ellos , reduciéndolos a tal grado que se escuchaban las voces de rendición. Varios oficiales y centenares de realistas obligaron a Trujillo a que oyese las proposiciones de avenimiento que le mandaban los insurgentes lo que aceptó pero esto fue una sucia treta ya que cuando se acercaron los insurgentes y había aceptado los términos de rendición mandó que se les disparara muriendo todos los enviados de Hidalgo. Ante lo anterior las tropas insurgentes arremetieron contra los realistas muriendo una buena parte del ejército realista y huyendo Trujillo y unos cincuenta soldados hacia la ciudad de México llegando a Cuajimalpa en donde todos sus hombres se dispersaron quedando solo Iturbide quien acompañó al realista hasta Chapultepec a donde llegaron al día siguiente 31 de Octubre y desde ahí envió un inexacto parte de su derrota.

 

Se había consumado una gran derrota para las fuerzas realistas y una gran victoria para los insurgentes. Es claro que el factor querer estaba del lado de las tropas de Hidalgo, era claro que la mayoría de los mexicanos deseaban un cambio en su forma de vida y que muchos estaban dispuestos a dar su vida por ese anhelado cambio. Después de la victoria la gente de Hidalgo se dedicó a enterrar a los muertos en combate, a curar a los heridos y hay que decirlo claramente, también a festejar la victoria sobre un ejército bien formado. Muchas fogatas se encendieron y como llamas de libertad anunciaban a los ricos españoles y a su soberbio Virrey que la hora de la independencia estaba cerca y que si miles de mexicanos habían caído, otros muchos miles estaban prestos para combatir a los realistas

 

El realista Trujillo y después de su estrepitosa derrota, junto con Agustín de Iturbide y cincuenta realistas más pernoctó en Santa Fe que es un pueblito que allá por el año 1531 había sido fundado por el tan querido Vasco de Quiroga y se encuentra a corta distancia de la capital. Pues ahí pasaron la noche lamentándose por la derrota y procurando descansar pues ya para el día siguiente emprenderían la marcha a la capital. La derrota de los realistas y la cercanía de los insurgentes mantenían a los españoles en una continua lamentación y con el temor de que Hidalgo ordenara la marcha sobre la ciudad y todo esto se hacía extensivo al Virrey que no veía la forma de cómo enfrentar al cura Hidalgo y su gente.

 

CONTINUARÁ

 

 

 

 

 

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