Everyldo Gonzalez

Por: Everildo Gonzalez Alvarez

Estimados lectores, vamos a conocer de la vida de una gran mujer, de quien dedicó su vida a ver por los más necesitados, para esto creó albergues, centros de atención, hospitales y la lista es larga. Cuando leo su vida, considero que es, en toda la historia del ser humano, quien más ha hecho por los demás, impresiona cómo una mujer pudo hacer tanto, afortunadamente, y todavía algo más, en un país donde no nació.

Cuando aún vivía, los medios de comunicación informaban de su salud, de sus actividades, era admirada en todo el mundo, ya siendo anciana seguía recorriendo los lugares ayudando, gestionando recursos. Como veremos, le dieron un carro, dinero y todo lo dedicaba a ayudar. Vale la pena conocer su vida y ojalá los gobiernos de todo el mundo la honren reconociendo su inmensa labor. Ante su gran labor, me pongo de pie.
La Madre Teresa nació el 26 de Agosto del año 1910 en Uskub, en aquel entonces parte del Imperio Otomano, en la República de Macedonia y tiempo después obtendría la nacionalidad india.

La profunda y ferviente fe religiosa, Teresa la aprendió de observar a su madre, una devota católica que despertaría en ella la vocación de misionera desde muy temprana edad.

Cuando todavía era muy joven, Agnes…., significa capullo de rosa o pequeña flor….ingresó en la Congregación Mariana de las Hijas de María, en donde comenzaría un largo camino de asistencia a los que más lo necesitan.

A los 18 años y con su vocación más firme que nunca abandonó su ciudad natal con destino a Dublin para sumarse a la Congregación de Nuestra Señora de Loreto.
El 11 de septiembre de 1946, nombrada ya encargada de un colegio de las Hermanas Santa Ana, Teresa experimentó lo que más tarde describió como la llamada dentro de la llamada, en referencia a haber escuchado a Dios pidiéndole que dedicara su vida a los menos privilegiados de la sociedad. Esto ocurrió justamente en un viaje en tren rumbo al convento de Loreto, en Darjeeling, desde Calcuta para su retiro anual. «Estaba por dejar el convento y ayudar a los pobres mientras vivía entre ellos. Fue una orden. Fallar habría significado quebrantar la fe»

Tras haber recibido capacitación médica básica en París con el apoyo financiero de un empresario indio católico, comenzó a trabajar entre los pobres en 1948 enseñándoles a leer. Tras adoptar la ciudadanía india en 1950, recibió formación como enfermera durante tres meses en Patna con las Hermanas Misioneras Médicas de Norteamérica y finalmente se asentó en los barrios más pobres.

Teresa escribió en su diario personal que su primer año de trabajo con los pobres estuvo repleto de dificultades. No tenía ingresos y por ello se veía en la necesidad de pedir donaciones de alimentos y suministros. Según relató, durante los primeros meses experimentó duda, soledad e incluso, la tentación de volver a su vida en el convento. En sus propias palabras:

“Nuestro Señor quiere que sea una monja libre cubierta con la pobreza de la cruz. Hoy aprendí una buena lección. La pobreza de esta gente debe ser algo muy difícil para ellos. Mientras buscaba por un hogar caminé y caminé hasta que mis brazos y piernas me dolieron. Pensé entonces qué tanto debía dolerles a ellos en su cuerpo y alma, buscando por un hogar, por comida y por tener salud. Entonces la comodidad de Loreto, su antigua orden, me sedujo. 'Solo tienes que decir una palabra y todo será tuyo de nuevo', me insistía el tentador ... Por mi propia elección, mi Dios, y porque te amo, deseo permanecer y hacer lo que sea que tu Santa voluntad me pida. No dejé que una sola lágrima rodara ---por su rostro-- En el año 1948 obtendría de Roma la aprobación para dedicarse al apostolado a favor de los pobres y en ese momento pondría punto final a su desempeño como maestra en St. Mary's High School de Calcuta.

Una de las condiciones que demandaba la congregación para su ingreso, además de los votos tradicionales, era el del compromiso absoluto con los más pobres entre los pobres.

En un lapso de tiempo relativamente corto, la congregación creada por la Madre Teresa se difundiría por todo el mundo y se arraigaría fuertemente en la India.
Entre las tantísimas luchas que la Madre Teresa encarnó, además de la lucha por los pobres, se cuentan: la lucha contra el aborto y contra la eutanasia.

El 7 de octubre de 1950, la Santa Sede le autorizó a inaugurar su nueva congregación, a la cual denominó las Misioneras de la Caridad. Según Teresa, su misión desde entonces fue cuidar a «los hambrientos, los desnudos, los que no tienen hogar, los lisiados, los ciegos, los leprosos, toda esa gente que se siente inútil, no amada, o desprotegida por la sociedad, gente que se ha convertido en una carga para la sociedad y que son rechazados por todos»

Según Teresa, «para personas que vivieron como animales, una muerte hermosa es morir como ángeles, amados y queridos».

Sigue relatando la madre “en 1952 pudimos abrir el primer hogar del moribundo. A mí me ocurrió el primer caso, el de una mujer tirada en plena calle. Se la estaban comiendo las ratas y las hormigas. Yo la llevé al hospital, pero no podían hacer nada por ella. Tuvieron que aceptarla, porque yo dije que no me marchaba de allí en tanto no se hiciesen cargo de ella. Después fui al ayuntamiento pidiendo me diesen un lugar donde meter a tales desgraciados, porque ya en el mismo día, había encontrado a otros que también se morían en mitad de la calle. El administrador encargado de la salud pública me señaló el templo de Kali, abriéndome el «darmashalah», lugar donde en otros tiempos la gente descansaba tras haber rendido culto a la diosa. El edificio estaba vacío; me preguntó aquel señor si lo quería. Yo me sentí contenta de poseer tal casa por diversas razones, particularmente porque era un centro de culto y de devoción de los hindúes. En veinticuatro horas condujimos allí a nuestros enfermos y lisiados. Desde entonces y hasta principios de la década de 1970 hemos recogido por las calles de Calcuta más de veinte mil personas, habiendo muerto cerca de la mitad”
En 1955, con el creciente aumento de niños abandonados, abrió la institución «Hogar del Niño del Inmaculado Corazón» para los huérfanos y los jóvenes sin hogar.

Posteriormente, fundó el centro «Shanti Nagar» para aquellos individuos que padecían la enfermedad de Hansen, comúnmente conocida como lepra, junto con otras clínicas similares donde las Misioneras de la Caridad proporcionaban atención médica y alimentos.

. Para la década de 1960, ya había establecido una gran cantidad de hospicios, orfanatos y casas de leprosos en toda la India

En 1964, el papa Pablo VI, en ocasión de su viaje a Bombay por un congreso eucarístico, le regaló un vehículo Lincoln tipo limusina color blanco que luego fue subastado por la Madre Teresa; con el dinero obtenido, organizó un establecimiento para leprosos denominado «Ciudad de la Paz», muy similar a «Don de la Paz», un centro de rehabilitación fundado por Teresa con el dinero que obtuvo junto con el premio Juan XXIII en 1971. La Fundación Joseph P. Kennedy Jr. le concedió un bono de 15 000 USD que se destinó a un centro médico en Dum DumJamás

Comentaba ”No he visto cerrárseme puerta alguna. Creo que eso ocurre porque ven que no voy a pedir, sino a dar. Hoy día está de moda hablar de los pobres. Por desgracia, no lo está hablarles a ellos.
Para 1996, Teresa regentaba 517 misiones en más de 100 países. Con el paso de los años, las ayudantes de la Madre Teresa pasaron de ser trece a miles, colaborando en aproximadamente 450 centros de todo el mundo.

De todos modos, como su intención era misionar en la India, pronto, se volvería a embarcar, pero a Bengala, en donde estudiaría Magisterio y definiría Teresa como su nombre para profesar.
En 1979, recibió el premio Nobel de la Paz al «trabajo emprendido en la lucha por superar la pobreza y la angustia, que también constituyen una amenaza para la paz». Teresa rehusó asistir al banquete ceremonial ofrecido a los premiados y pidió que los fondos de 192 000 USD se entregaran a los pobres de la India. Cuando la Madre Teresa recibió el premio, se le preguntó: «¿Qué podemos hacer para promover la paz mundial?» y respondió «Vete a casa y ama a tu familia». En su conferencia sobre el premio que le entregó el rey Olaf V de Noruega, la religiosa dijo: «Lo acepto para la gloria de Dios y de su pueblo, el más pobre entre los pobres». También apuntó que el aborto es «uno de los mayores destructores de la paz»

. En 2010, en el centenario de su nacimiento, fue homenajeada alrededor del mundo, y su trabajo elogiado por la presidenta india Pratibha Patil.

 


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