Everyldo Gonzalez

Por: Everildo Gonzalez Alvarez

Vamos con la última parte de la historia de los nacimientos. Al paso del tiempo, las figuras se hacían con ropa más elaborada, que procedía de conventos y casas particulares. Las caras, pies y manos eran generalmente de cera o barro, luego el Nacimiento se modificó hasta llegar a ser una abigarrada mezcla de estilos y motivos en los que aparece el portal rodeado de magueyes, guajolotes, pastores y tipos populares del México romántico del siglo XIX: el carbonero, el cazador, la tamalera, etc., hechos de barro, cera, madera, de fibras vegetales, hojalata, trapo y de todo material que corresponde a las ramas artesanales del país. El nacimiento se mexicanizó y claro que algunos no lucían como debía ser, otros se veían bien .

En México las primeras representaciones plásticas del Nacimiento de Jesús se encuentran en los grandes retablos coloniales del siglo XVI; es posible que anteriormente hubiera en los conventos del mismo siglo algunos frescos con el tema, pero se desconocen por falta de investigaciones o porque muchos de ellos permanecen bajo una gruesa capa de cal. Tampoco se sabe algo sobre si los franciscanos, que fueron los primeros frailes que llegaron a la entonces Nueva España, antes de la muerte de Cuauhtémoc quien fue el último emperador mexica, hacían nacimientos, aun cuando todo indica que no. Lo que sí hicieron fueron las posadas como veremos en su momento.

Los pocos retablos en México del siglo XVI presentan, dentro del ciclo de vida de Jesús, la escena de su Nacimiento como se acostumbraba en los retablos españoles, es decir con dos muestras de adoración, por un lado la de los pastores y por el otro la de los Reyes. Los retablos que se conservan casi íntegros, son el del convento franciscano de San Miguel Arcángel de Huexotzingo y el de San Bernardino de Xochimilco. El primero, pintado alrededor de 1584 por Simón Pereyns con la misma disposición temática, y en Xochimilco hacia finales de ese siglo, se repite con una obra de Echave el Viejo.

Michoacán es el estado más rico en cuanto a la elaboración de nacimientos, y los materiales más usuales en este tipo de figuras son el textil, la cerámica, el barro, la madera, el tule y las hojas de maíz. Llama la atención que en esto de la elaboración de nacimientos no se hagan de pasta de caña de maíz siendo un material muy duradero y con la que se hacen figuras muy bonitas. Este material se empezó a usar por los Purépechas antes de la llegada de los españoles, las figuras no se rompen y no pesan.

Patamban cuenta con un artesano, el Sr. Antonio Hernández hijo que trabaja la pasta de caña de maíz con la que actualmente hace imágenes religiosas, éste material se usó en tiempos de la colonia y era muy apreciado porque no se rompe, pesa poco y es muy duradero como menciono líneas arriba, fue muy usado cuando los indígenas sustituyeron la piedra con la que hacían a sus dioses por la pasta de caña ya que así destinaban menos hombres a cargar a sus ídolos cuando partían a las guerras y si se caían no se rompían o quebraban. En Pátzcuaro se tienen imágenes religiosas que tienen más de cien años y que fueron hechas con este material, antes de la independencia la pasta de caña de maíz se pegaba con baba de maguey y ya luego se usó el engrudo y ahora ya se usa el resistol y otros. Sería muy bueno que figuras de los nacimientos se hicieran con pasta de caña de maíz, serían vistosas y duraderas.

Es importante que quien haga un nacimiento, de verdad eche a andar la imaginación, puede hacer un río donde se vean peces y alguna tortuga, sobre el río un puente y sobre él una pastora que lleva agua y va acompañada de un perro; por allá arriba de una colina está una ermita y afuera el ermitaño, a un lado de la colina esta una cueva y ahí está el diablo que atento observa a los pastores esperando el momento de actuar, por se puede ver a un lobo que observa los movimientos de las ovejas pero que sus movimientos no pasan desapercibidos para los perros pastores que lo observan , por allá al extremo se puede ver el principio del desierto y ahí un oasis y donde están los pastores hay una fogata

Recuerdo que en un tiempo, allá en ese pintoresco pueblo de Patamban el de la fiesta en honor a Cristo Rey que es la fiesta más visitada de la región, el entonces Párroco de ese lugar, el Sr. Cura Gonzalo Álvarez Ruíz, tuvo a bien, ya para fines de Noviembre hacer un nacimiento de un gran tamaño que era muy visitado. Lo hacía en una gran área de su casa y ponía alrededor de los focos de la casa faroles de papel, las plantas de las macetas igualmente las adornaba con algo distintivo de la época y en sí toda la casa quedaba muy digna de verse, es el nacimiento más grande y mejor hecho que he visto.

Todo el tiempo que estuvo como párroco de Patamban hizo nacimientos que fueron visitados por personas de varias poblaciones, pero además muchas familias del lugar hacían sus nacimientos hasta que esa tradición decayó y fue hasta el anterior párroco que algunas familias les dio por nuevamente hacer su nacimiento.

En el nacimiento que menciono se podía apreciar la ermita y afuera el ermitaño, un río con su respectivo puente peatonal, una estrella que guiaba a los reyes que iban en camino; los mismos tres reyes que al principio se ponían en lo más alejado del pesebre y se les iba recorriendo conforme pasaban los días, un estanque en donde había peces, patos y algunas otras aves, un área donde los pastores tenían a sus ovejas pastando, unas cabañas en donde afuera se veían fogatas en la noche se prendía el foco y se veían muy bien y adentro de alguna cabaña se podía ver a una señora en su cocina y para esto se hacía una chimenea de esas que por un lado tenían un fogón y además se tenía un trastero con cazuelitas, ollas, cantaritos y otras, todo de barro.

Para finalizar, viene a mi mente otro nacimiento muy bien hecho que hacía la familia Mariscal Rodríguez allá en la casa ubicada en Pino Suárez y Michoacán, el mismo lo hacían en la habitación que da a la calle. La señora de nombre Raquel Rodríguez, además ofrecía a los asistentes ya fuera ponche, atole y tamales o algo propio de la época, era bonito y de buen tamaño el nacimiento que uno podía admirar.

Es deseable que las casas de la cultura, en coordinación con las regidurías de educación pudieran llevar a cabo un concurso de nacimientos, y que en las plazas principales se tengan nacimientos lo más grande que la imaginación permita hacerlos.

Compilación: Diciembre en Las Tradiciones Populares- SEP y Folleto de Sr. Cura Gonzalo Álvarez Ruíz.

 

Los nacimientos es una bella tradición que debe perdurar.

 

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