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Hola, estimados lectores. Hoy les hablaré de los ejemplos ciudadanos de alto beneficio para la población zamorense, que no han sido retomados absolutamente por nadie, a pesar de que el buen ejemplo está ahí, vigente, no obstante a los muchos años que han transcurrido. Me refiero a la ampliación y posterior pavimentación de la Avenida Juárez, “trompo a la uña” que se echaron las autoridades de aquél entonces, encabezadas por el alcalde, Dr. David Guzmán Segura; su Síndico, Francisco Elizalde García; Salvador De Anda, Director de la Junta de Planeación; y Alberto Valdés Mendoza, del Consejo de Colaboración Municipal.


Los indicados, respaldados por otros grupos ciudadanos, dieron el riesgoso inicio a la ampliación de lo que era la calle Juárez, para transformarla en avenida, con más mentadas de madre, amenazas y hasta demandas, porque la mayoría de los dueños de las propiedades se oponían a tan ambiciosa obra.


Fue en el mes de marzo de 1972, cuando la autoridad municipal anunció la entonces pretendida ampliación de la avenida Juárez, para lo cual indemnizarían a los propietarios de casas e inmuebles en general, con el decidido apoyo del gobernador, José Servando Chávez Hernández, quien recibió múltiples quejas de quienes se oponían a la ejecución de la obra, porque no querían perder sus propiedades, ni que éstas se redujeran; sin embargo, respaldó la iniciativa del gobierno municipal de Zamora, por lo que representaba, principalmente para la vialidad, que ya amenazaba con ser caótica como ocurre en nuestros días.


Fue hasta el día 4 de mayo cuando personal del municipio dio inicio a la demolición de los inmuebles, no sin antes darse los primeros pagos por concepto de indemnización. Hubo en esos días, amenazas, injurias, e intentos de agresiones contra las autoridades del municipio, creándose un ambiente por demás tenso, lo que obligó a que corporaciones policíacas del municipio y del Estado les brindaran protección.


De tal forma fue que, aquella calle empedrada fuera ampliada a cuatro carriles con un camellón en medio, desde el Monumento a Juárez por el oriente (Vasco de Quiroga), hasta la calle Galeana al oriente. De aquí hacia ese lado, era un camino real hasta Ario de Santa Mónica, o Ario de Rayón.


Aquí viene lo bueno, hasta donde quería llegar, en el próximo mes de mayo se cumplirán ¡52! Años de la modernización de esa rúa, que permite el desfogue vehicular; serán ¡51! Años en que esa avenida fue pavimentada, y hasta la fecha ¡jamás se ha deteriorado!, lo que indica de la enorme calidad de la obra ejecutada por el gobierno municipal. Y lo digo porque en nuestros días, las pavimentaciones no duran ni diez años, obligando al gobierno en turno a retirar el material y aplicar otro nuevo, con el deterioro económico que ello implica.


La avenida Juárez además, se transformó en importante ruta comercial, pues todas las que entonces eran simples viviendas, se transformaron en locales comerciales, oficinas de servicio médico, de abogados, ingenieros, arquitectos, laboratorios, de técnicos, talleres, cajas de ahorro, servicios mecánicos, escuelas y otros tipos de comerciios, beneficiando de manera muy importante la economía de la ciudad y del municipio en general.

 

Pretensión abortada, la ampliación de la avenida Madero


A pesar del éxito inmediato de la ampliación de la Juárez, la propuesta para ejecutar la ampliación de la avenida Madero, desde Ferrocarril hasta Leonardo Castellanos, fue un rotundo fracaso, porque los propietarios de viviendas se ampararon y se opusieron a “perder” sus propiedades, quedándose desde entonces como un eterno cuello de botella, y como un lugar “prácticamente muerto”. Y si no vean, desde Juárez hasta Ferrocarril, no hay casi nada, permaneciendo muchas casas con su estilo antiguo de construcción, unas abandonadas y otras como baldíos, sin que el progreso se refleje en ese sector de la población.


La avenida Madero de Zamora, se torna caótica en cuanto a su vialidad, principalmente en las “horas pico”, como ocurre con la calle Morelos, desde el Teco, hasta su extremo sur.


Imagínese usted mi estimado lector, lo que sería en nuestros días la ampliación de la calle Madero, extendida a cuatro carriles desde el Libramiento Norte, en La Rinconada, hasta Jacona…


Ejemplos que no se siguen, retrasan el progreso de los pueblos, amén de que las siguientes autoridades en turno, desde la que encabezó el doctor David Guzmán Segura, “no se animaron a tomar al toro por los cuernos”.


Y para el colmo de males y retención del progreso, a ninguna autoridad se le ha ocurrido concluir el Anillo Periférico, con la construcción del Libramiento Poniente, desde El Pochote, pasando por Ario y Villa Fuerte, para entroncar las carreteras que conducen a Guadalajara, con la que lleva a Jiquilpan, y cerrar con la carretera a Los Reyes. ¡Uuuffff!

 

 

 

 

 

 

Edición: Leticia E. Becerra Valdez

 

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