Recientemente, el ingeniero David Alfaro Garcés, originario de Zamora, fue nombrado titular de la Dirección Estatal del Colegio de Bachilleres de Michoacán, en sustitución de la también zamorense, Tere Mora, luego del rechazo que ésta sufrió por la clase trabajadora de esa institución educativa del nivel medio superior, razón por la que fue cambiada a otra dependencia del gobierno estatal, en un intento del gobierno de la entidad, por tranquilizar las aguas que amenazaban con desbordarse, ante los reclamos constantes que se estaban sucediendo.
El ex priista Alfaro Garcés, un viejo lobo del mar en cuestiones educativas, toda vez que ya fungió como Secretario de Educación en el Estado hace varias administraciones, donde entregó buenos resultados, tiene la capacidad para realizar un trabajo satisfactorio.
Su experiencia política y una vez enterado de la situación que prevalece en el COBAEM, tiene cartas en sus manos como para regresar la calma a corto tiempo, para que el desarrollo del binomio educación-aprendizaje vaya por buen camino.
Para la ex diputada local, Tere Mora, emanada del PT, éste cambio puede significar severo revés en su carrera política, pues, por lo menos la familia de El Colegio de Bachilleres de Michoacán, no la recordará en buenos términos.
Todo hace suponer que para este año regresará la organización de la Feria de la Fresa, luego de que el virus del Covid 19 o Coronavirus lo impidiera el año pasado, dejándose de celebrar ni más ni menos que el cincuenta aniversario de haber sido organizada, en el año de 1972, por varios jaconenses que se aventaron el reto ofrecer algo nuevo a la población, con la finalidad de promover productos del campo, agroindustria, artesanía, ganadería, teatro del pueblo (ya desaparecido), cultura, deportes, expresiones artísticas, gastronomía, juegos mecánicos, entre otros espectáculos que atraía a familias enteras de gran parte de la entidad.
Tantas cosas bonitas para recordar, que ahora se han perdido, y todo por la intervención de ya saben quién, al concentrarse en el factor económico como la presentación de grupos musicales y cantantes de renombre.
Ojalá que no vaya a ocurrir lo que sucedió durante la última feria, cuyos organizadores contrataron seguridad procedente de la capital del Estado, quienes se dedicaron a robar de manera por demás descarada a quienes la visitaron, principalmente a los que ingirieron bebidas alcohólicas, que en su inicio estaba prohibido y/o controlado para evitar problemas mayúsculos. Se apoderaban de celulares y carteras de los incautos.
Y ojalá también que regresara el teatro del pueblo, desaparecido desde la primera vez en que la feria se organizó en la explanada del Princes, lo que frenó la presentación artística de planteles educativos y grupos de baile regional o moderno de la entidad. Veremos.
Calma chicha se vive en Jacona en torno a “las corcholatas” que aspiren a candidatearse para ir en busca de la alcaldía, pues hasta el momento no han surgido los madrugadores y no se avizora aún quién podría lanzarse en todos y cada uno de los partidos políticos existentes; y vaya que son un chingo.
Edición: Leticia E. Becerra Valdez
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